Seguiré compitiendo con la inmensidad del mar. Continuaré siendo la efímera eternidad apoyada en la ventanilla de un vagón. Entre líneas escribiré la historia de lo casual. Seré hijo y meretriz de la inspiración que nacerá del humo de un cigarro, del suspiro de una sonrisa cómplice, de las confesiones de la lluvia de abril,...
Fui y soy la fiera que da caza a tu mirada y le otorga un secuestro deleitoso, adictivo. Píntame de una atención de colores. No me dejes. Llámame sin nombre, sin aire. En mayúsculas. Con acento en tu ilusión. Porque, a fin de cuentas, siempre seremos.
© L'Enfant Cap Pas Cap